EL DURAZNO


ORIGEN:

El durazno proviene de el Prunus persica, originalmente Amygdalus  melocotonero (del latín malus cotonus, «manzana algodonosa» —en alusión a la piel del fruto—)​ .
También se le suele denominar duraznero y a su fruto, durazno en partes de Canarias  y en países como Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica,El salvador,Ecuador,México,Paraguay,Perú.

Es un árbol originario de Afganistán, China e Irán. Fue llevado a Occidente por los romanos que lo tomaron como originario de Persia y así lo denominaron «persica».

DESCRIPCIÓN DEL ÁRBOL:

puede tener 6-8 m de altura,con hojas oblongas-lanceoladas o elípticas, acuminadas, cuneadas en la base, tiene flores con sépalos erectos enteros y los pétalos denticulados en el ápice, de color rosado fuerte. El ovario puede ser pubescente o glabro y el fruto derivado, de 4-8 cm de diámetro, es una drupa comestible con mesocarpo muy carnoso y endocarpo (hueso) profundamente surcado y con una sola semilla no comestible,​ debido a la presencia de un precursor del cianuro, la amigdalina  que, bajo la acción de un fermento (emulsina) se descompone, produciendo ácido cianhídrico, potencialmente mortal, por eso su semilla es tóxica.





FRUTO:
El melocotón o durazno, contiene una única semilla encerrada en una cáscara dura, el «hueso». Esta fruta, normalmente de piel aterciopelada, posee una carne amarilla o blanquecina de sabor dulce y aroma delicado. A la variedad que no tiene la piel aterciopelada se la llama nectarinapelón o pavía

Imagen relacionada                                                                                                                             Los melocotones, junto con albaricoques, cerezas y ciruelas, son frutas de hueso o carozo, botánicamente llamadas drupas. Se dividen en variedades cuya carne se separa fácilmente del hueso («prescos/priscos/piescos») y en otras que se adhieren firmemente a él, como la variedad llamada «pavía». Las variedades de carne blanca (Presquillas en Aragón, diminutivo de presco) son típicamente muy dulces, con escaso gusto ácido y las más populares de países como China, Japón y sus vecinos asiáticos, mientras que las de carne amarilla, predilectas de los países europeos y norteamericanos, poseen un fondo ácido, que se paladea junto al dulzor. La piel de ambas variedades tiene tonos rojizos.
Las variedades cuyos frutos tienen forma achatada se suelen denominar en España 'paraguayas', 'paraguayos' o 'chatos'. Son una variedad de melocotonero (Prunus persica var. platycarpa), considerada hoy día como un mero sinónimo del taxón nominal.
Se suele consumir de diversas formas: como fruta fresca o en conserva, ya sea cocido en almíbar o bien desecado. En este último caso cuando se deseca troceado se hace llamar orejones de melocotón/durazno y también se deseca entero sin extraer el carozo.

FASES DEL CRECIMIENTO DEL FRUTO:

FASES DEL CRECIMIENTO DEL FRUTO POR APROXIMADAMENTE 7 MESES
 los melocotones poseen un patrón de crecimiento que se describe como dos curvas sigmoideas sucesivas. Este tipo de patrón se caracteriza por dos etapas de rápido crecimiento separadas por una fase intermedia en la cual el crecimiento del fruto es muy escaso. Durante la primera etapa de rápido crecimiento  etapa (de crecimiento exponencial), el ovario y su contenido crecen de forma exponencial, salvo el embrión y el endosperma, principalmente como resultado de la división celular. Este período, inmediatamente posterior a la floración, es crítico para el tamaño final del fruto. Cualquier estrés ambiental (calor, frío, deficiencias hídricas o de nutrientes) tiende a acortar esta fase y a afectar el tamaño final del fruto. La segunda etapa (fase II), que semeja una meseta, se caracteriza por el crecimiento del embrión y el endosperma, la esclerificación (“endurecimiento”) del endocarpo, y un escaso crecimiento de la pared del ovario. En esta etapa, el fruto incrementa su tamaño lentamente, pero el embrión crece rápidamente dentro del carozo en vías de esclerificación. En la tercera etapa (fase III) tiene lugar un crecimiento rápido del mesocarpo, que produce un rápido incremento del tamaño y el peso del fruto. Le sigue una cuarta etapa (fase IV) en que se produce la maduración del fruto.​

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